¿Cómo ser más consistente para lograr mis metas? Todos conocemos a los gurús motivacionales que nos incentivan a trabajar duro solo para decepcionarnos por lo corta que dura su motivación. La mayoría de las personas tienen una larga lista de metas a largo plazo que nunca se completan.

Todo lo que vale la pena hacer en esta vida requiere una cantidad considerable de tiempo y esfuerzo. No es ningún secreto lo desafiante que son los objetivos a largo plazo, como terminar un curso o completar un gran entregable, los cuales proporciona las mayores recompensas.

Irónicamente, las personas esperan lograr grandes cosas con poca acción. El mundo acelerado en el que vivimos nos hace creer que se pueden obtener grandes recompensas, como aprender una nueva habilidad, seguir una dieta, o aumentar la riqueza, de la noche a la mañana. La realidad está lejos de esto y cualquiera que te diga lo contrario probablemente te esté engañando.

“¿Qué tiene que ver esto con la consistencia?”, se preguntarán. La consistencia es la clave para lograr objetivos desafiantes a largo plazo que proporcionen grandes recompensas. Algunos de nosotros comenzamos a tomar acciones basadas en la motivación, pero una vez que la motivación se desvanece, nos detenemos y nunca logramos nuestros objetivos a largo plazo.

La verdad sobre la consistencia

Contrariamente a lo que los gurús y los oradores de motivación quieren que creas, para lograr la consistencia no tienes que cambiar tu personalidad o llevar tu fuerza de voluntad al extremo. En cambio, la consistencia es una consecuencia de mantener rutinas el tiempo suficiente para que se conviertan en hábitos.

Recordemos que una consecuencia es el resultado o efecto de una acción. A medida que comienzas a hacer algo descubres que, después de que la motivación inicial se ha desvanecido, tu cerebro aumenta su resistencia a realizar la cosa. Ningún cambio de fuerza de voluntad, ética de trabajo o personalidad, si eso es posible, proporciona las herramientas para asumir el desafío de trabajar largas horas para lograr las metas a largo plazo.

Rutinas

Para no perder impulso hay que construir rutinas. Las rutinas son secuencias de acciones que se llevan a cabo de la misma manera cada vez. Por lo general, estas se refuerzan cuando funcionan a su favor. La razón por la que las rutinas funcionan es porque son acciones más eficientes energéticamente para su cerebro.

Por ejemplo, cuando quieres cocinar obtienes los mismos ingredientes para tu plato favorito y los cocinas en un cierto orden, tal vez porque te gusta el sabor del resultado. En lugar de confiar en la fuerza de voluntad, que requeriría invertir mucha energía, sigues una secuencia de acciones de las que conoces el resultado. A continuación comparto un video de una rutina de golf.

Hábitos

¿Alguna vez te ha pasado que cuando estás conduciendo te vuelves consciente de que estás conduciendo, y tu cerebro cambia la forma en la que procesa tu acción, haciéndote sentir abrumado? Bueno, esto es un preámbulo para lo que sucede con las rutinas después de un tiempo.

Las rutinas pueden eventualmente convertirse en hábitos. Los hábitos se sienten mucho más fáciles porque son básicamente la secuencia de acciones llevadas a cabo inconscientemente. Después de que las rutinas se han repetido durante algún tiempo, el cerebro las considera gratificantes y una gran respuesta a una situación. Por lo tanto, los hábitos pueden sentirse como si estuvieras en piloto automático.

En este punto no hay nada que te impida completar tu objetivo a largo plazo y lograste la consistencia. Los hábitos se encargaran de llevarte a tu destino.

Conclusión

En esta publicación respondimos la pregunta: ¿Cómo ser más consistente para lograr mis metas? No podemos contar con la motivación para lograr nuestros objetivos a largo plazo. La motivación solo dura unos días y requerimos acciones sostenidas durante un largo período de tiempo.

La consistencia no es algo que puedas comprar o hackear tu camino, tienes que ser metódico y mantener rutinas el tiempo suficiente para que se conviertan en hábitos. Una vez que construyas tus hábitos, finalmente puedes afirmar que eres consistente. Finalmente, trabajar consistentemente permite completar objetivos a largo plazo, que proporcionan las mayores recompensas.

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